Para situarnos hoy nos iremos al un lugar insólito, al Volcán nevado Llullaillaco, en la cordillera de los Andes, entre Salta en Argentina y la provincia de Antofagasta en Chile, donde un grupo de expertos investigadores estudian cuidadosamente el cuerpo inerte de tres niños incas momificados. Pero no se equivoquen, pues no se trata de cuerpos embalsamados y vendados al mas puro estilo egipcio sino mas bien fue la propia naturaleza que por cosas de un antojo quiso conservar estos cuerpos que presentamos ahora.
El detalle a favor de la buenisima conservación de los cuerpos radica en la climatología del lugar, pues a pesar de haber pasado miles de años desde que por estos cuerpos corriera vida, se encuentran en perfectas condiciones para su estudio e investigación sobre cómo vivian estas tribus, pues se cree que estos niños (dos hembras y un varón) fueron sacrificados para alguno de los ritos que practicaban los participantes de la Tribu Inca.
Gracias a que estos cuerpos han permanecido durante tantos años bajo el más gélido hielo ha sido posible encontrar intactos estos para ahora asombrarnos de su especial belleza.